Derecho penal Libro de Estudio / Parte General – Cathedra Juridica

Prólogo

Con increíble beneplácito recibo el encargo de prologar el trabajo académico comandado por los instructores Ricardo Ángel Basilico y Jorge Luis Villada, por cuanto este es el producto de la vasta experiencia y la combinación de entendimientos de los deliciosos instructores argentinos, al lado de un calificado conjunto de coautores, quienes durante su trayectoria profesional y académica han logrado consolidarse como referentes de la dogmática penal sudamericana.

Además, deseo resaltar que la vieja amistad que me une con los dos autores me deja rendir tributo a sus diligentes sacrificios a favor de la investigación del entender penal.

No obstante, este nuevo trabajo nos sugiere ir a adentrarnos de forma científica en el derecho penal, en su parte general; discurriendo desde las opiniones históricas del derecho penal, sus academias, la teoría jurídica del delito y los elementos que la conforman, para entonces investigar los grados de la imputación delictiva y la participación criminal, mezclando todo ello con las secuelas jurídico-penales del delito, las penas auxiliares y las cuestiones de inseguridad. A mayor abundancia, los autores desarrollan fabulosamente y de forma demasiado novedosa la mediación penal y las resoluciones elecciones para la resolución de los enfrentamientos penales, finalizando con la teoría de las condiciones de la punibilidad.

Por la personalidad académica de los profesores Basilico y Villada, este trabajo dejará al lector ver la rigurosidad con la que han escudriñado todos los ejes temáticos de su magistral obra conjunta; por esta razón, después de haber leído la presente XII Derecho Penal / Parte General (Libro de Estudio) Basilico-Villada publicación puedo asegurar, de forma categórica, que su contenido sigue leal a los tradicionales y recientes principios de la escuela del derecho penal argentino; esto es, que el derecho penal en su parte general, durante su evolución científica, tuvo, y va a tener, una base que se basa en el derecho constitucional como único mecanismo que garantice los derechos de los justiciables.

Esta esencial característica garantista contenida en el avance de la obra refleja una investigación sobrio, estricto y académico de las tendencias de la teoría del delito; es por esa razón que surge como un material dogmático de precisa lectura en instantes de una escalada del enfrentamiento popular, que viene distrayendo a los propios legisladores e inclusive a varios dogmáticos, quienes con el ánimo de calificar cuanta conducta se muestra, pierden la técnica de la tipicidad, la antijuridicidad y la coherente responsabilidad del agente. En este ontexto, la obra nos deja regresar a la claridad y a la objetividad de las formas de proceder humanas penalmente importantes, tal como a la adecuada calificación de exactamente las mismas, descartando puntuaciones subjetivas extrañas a la teoría del delito y a la ciencia del derecho penal.

En la actualidad, es menester el estudio y la evaluación incesante de la teoría del delito como bien hacen los reconocidos juristas que llevan adelante esta obra. Por este motivo, resulta oportuno investigar los grados de participación criminal y su respectiva imputación delictiva, recuperando vigencia la parte general de la ciencia penal, bajo la atenta y fina mirada de los coautores del presente trabajo, que, complementariamente, ofrecen resoluciones dogmáticas con excepcional estética científica que cautiva la atención del lector.

No puedo dejar de expresar mi adhesión a la línea dogmática que han seguido los autores para trabajar la composición de la teoría del delito y el resto puntos de la parte general del derecho penal, en la medida en que está en rigurosa armonía con el principio

de legalidad penal que todo jurista está bajo el imperativo de salvaguardar, ya que viene a ser la esencia y el espíritu de la dogmática que abrazamos los preocupados por esta ciencia y su adecuada app.

Es en atención a todo lo descrito en los parágrafos precedentes que exhorto intelectualmente a legisladores, juristas y académicos a la lectura de tan refulgente obra que coadyuvará a la capacitación teorética y a la solvencia científica. Complementariamente, va a conducir al lector a ver el claro planteo que hacen los autores para una adecuada app de la teoría del delito.

Al final, el completo trabajo de los instructores Basilico, Villada y el señalado conjunto de coautores crea el desconcierto intelectual que va a ser el “motor” de enseñantes y académicos, ugurando todos y cada uno de los éxitos en la difusión de esta obra, más que nada convencido de que calará en las futuras generaciones de expertos de las ciencias jurídicas; sin dejar de expresar las felicidades a Editorial Cathedra Jurídica por el acierto de difundir la presente obra, con la espléndida calidad que caracteriza y nos tiene familiarizados tan reconocida casa editora.

Iván Torres La Torre

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